En Island Yachts Broker & Charter Menorca os ofrecemos a continuación una serie de estrategias para rebajar el consumo de combustible en vuestras embarcaciones. Esperamos resulten de vuestro interés!
Es fácil conocer cuándo la obra viva de nuestra embarcación no se encuentra en un estado óptimo de limpieza. Simplemente dejamos de registrar la velocidad que en otras ocasiones habíamos alcanzado y, a su vez, nos cercioramos de que el consumo de combustible se está disparando considerablemente.
Para evitar esta incomodidad para la navegación y para nuestro bolsillo, lo más conveniente es poner nuestra embarcación en manos de un profesional para que limpie el casco debidamente, lije la superficie hasta dejarla lo más lisa posible, y aplique la capa de pintura antifouling más adecuada.
El mejor momento sin duda para desempeñar esta tarea es durante el invierno.
No hace falta ser un entendido en la materia para discernir que la falta de mantenimiento del motor (refrigerantes y aceites, filtros, carburadores, inyectores, bujías, …) puede conllevar el aumento del consumo de combustible, entre otros muchos factores… De ahí, la importancia de realizar la denominada “puesta a punto” de la embarcación en nuestro taller de confianza con periodicidad anual o, lo que es lo mismo, antes de iniciar la temporada.
El exceso de humo, un ruido “anormal”, manchas de aceite,… son solo alarmas de que algo no está funcionando bien.
El “maldito” caracolillo no solo acostumbra a instalarse en el casco de las embarcaciones, sino también en la hélice. Cuando notemos que la embarcación está sufriendo ligeras “turbulencias” lo más seguro es que la hélice precise ser limpiada adecuadamente (tal y como hemos avanzado en el otro punto) y pintada con el antifouling.
Por el contrario, si las turbulencias están siendo más que evidentes, posiblemente debamos revisar el estado de las palas de la hélice. Un simple golpe puede ocasionar sin duda alguna el entorpecimiento de la navegación y un aumento patente de combustible.
La métrica es sencilla: Cuanto más pesados naveguemos, más resistencia presentaremos al avance y, por ende, más energía consumiremos para desplazarnos. ¿La solución? Llevar a bordo únicamente lo imprescindible, tanto en lo que a material de seguridad y obligatorio se refiere, como a alimentos. No debemos olvidar que se trata de un barco no de un almacén!
A su vez, para evitar que la embarcación navegue escorada, deberemos distribuir siempre todos los elementos de carga hacia popa o proa.
Frenos aerodinámicos: cuanto más expuestos estén elementos como las defensas, antenas, aros salvavidas, toldos,…más revolucionado irá el motor y, por consiguiente, más combustible consumiremos.
Frenos hidrodinámicos: llevar dentro del agua la escalerilla de baño, la neumática auxiliar a remolque, o las defensas colgando, … contribuyen si duda a un mayor consumo de combustible.
A todos nos gusta navegar a máxima potencia en algún que otro tramo, sin embargo, una mala gestión del “gas a fondo” puede traer consigo una factura de combustible realmente importante, además de ocasionar algún que otro problema. Por ello, la máxima siempre será adecuar la velocidad en atención al estado de mar y al tipo de embarcación. Solo así lograremos optimizar al máximo el consumo y disfrutar de una cómoda travesía.
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